Estimada Señora Wachowski:
Aunque no tenemos alas, tenemos cámaras de fotos. Y tenemos amigos o familiares que sufren con nuestras inquietudes.
Ya conoce a mi hijo Neo. El viernes, 26 de octubre cumplió 9 años. Dice que nada ha cambiado por una cifra. Yo le entiendo. Me gusta su rollo.
Coincidiendo con un mail de un amigo diciendo que debíamos vernos más y viajar un poco más, le pedí a Neo que inmortalizara el instante en el que me ausentaba por unas décimas de segundo de la madre Tierra. Esta vez, usar fotosóp no nos valía, ni a Neo, ni a mi amigo, ni a mi, ni a mi furgo. Hubiera sido demasiado fácil. Prefiero partirme una pierna a falsear una cruda realidad.
Tuve suerte, sólo me aplasté el tendón.
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