(noticia enviada por Neo)
Hace poco, en China se acabó el material que se utilizaba para producir estos talismanes. La fabrica cerró ayer cuando se enviaban los ocho últimos gatitos a Hu Jing Tao, el presidente chino, que es un gran coleccionista de gatitos. Hay más de un millón de coleccionistas y personas que confían su suerte en el poder de estos gatos. En Pekin vive un gran coleccionista al que le faltaban dos o tres gatos para acabar su colección y ofrece unos 1.000 euros por unidad. Para solucionar el problema, entre muchos politicos chinos se ha decidido poner un mercado de compra-venta de gatos de la suerte.
Aquí vemos al presidente chino en su última comparecencia con sus tres gatos favoritos. Se teme que la crisis de porcelana pueda extenderse a Occidente donde los supersticiosos ya se muerden las uñas de los pies de los nervios.
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